1. Escribe a mano en un papel: Escribe en un papel lo que tratas de estudiar para retenerlo más fácilmente.
2. Muévete! Aunque no lo parezca, el lugar en el que estudias también puede producir distintos efectos en los estudios. Si has estado estudiando en tu habitación, muévete a la mesa de la cocina o desplázate hasta la biblioteca. Puede ayudarte a mantener la mente despejada, además de mejorarla.
3. Prueba con la meditación: Está científicamente demostrado que la meditación mejora los resultados de los exámenes.
4. Tómate un respiro: Estudiar más no necesariamente significa estudiar mejor.
5. Ponte a prueba: Hacerse un examen a uno/a mismo/a puede ser una forma efectiva de paliar los nervios que existen antes de un examen y repasar aquellos conocimientos que tengamos en el olvido.
6. Bebe mucha agua: Esto es muy importante: si has tomado mucho café o bebidas energéticas, algo a lo que se suele recurrir durante épocas de exámenes, y que tienen un efecto deshidratante en nuestro cuerpo, debemos tener siempre una botella de agua a mano cuando estamos estudiando.
7. No te satures: Estudiarlo todo el día antes, puede parecer una manera segura de adquirir los conocimientos, de que te queda todo claro, pero en realidad es contraproducente: no sólo vas a estar agotado cuando llegues al examen, sino que tu cerebro va a estar cansado.
8. Haz un grupo de estudio: Estudiar en grupo puede ser útil siempre que elijas a la gente adecuada y que te concentres en los apuntes.
9. Divide y vencerás: No todos los exámenes que haces tienen la misma dificultad, con lo cual no hay por qué estudiar siempre de la misma manera, ni dedicar el mismo tiempo a todas las pruebas. 10. Escucha música para relajarte: Escuchar música clásica puede ayudar a la mente a mantener la concentración.